Una ciudad que nos atrapa, con una luz mágica para fotos y con unos rincones con vistas al mar mediterráneo dignos de película.
Cuando Sara que es de Benidorm nos propuso ir allí a hacer su post boda nos encantó la idea, ya que aun que hemos ido en varias ocasiones a sus playas y calas no habíamos tenido la oportunidad de ir con una pareja de allí que nos enseñara la ciudad y sus calles como solo los de allí conocen.